Análisis de los feminicidios de pareja en Castilla-La Mancha
Un trabajo de Pérez Ramírez y colaboradoras para FIADYS (Fundación para la Investigación Aplicada en Delincuencia y Seguridad) analiza 18 feminicidios y 18 tentativas frustradas en Castilla La Mancha. En el 16,7% de los homicidios el autor había consumido alcohol o drogas en horas previas a la agresión y en 5 casos (27,8%) el autor, según los atestados policiales, tenía antecedentes de trastorno mental. El 33,3% estaba en tratamiento psicológico y el 16,7% con psicofármacos. Además, dos de los autores habían sido hospitalizados previamente por salud mental. Tras la agresión, el 44,4% de los autores, según información policial, llevaron a cabo un intento de suicidio (8 agresores), finalizando con la muerte del agresor el 27,8% de los casos (5 agresores). Esta cifra de suicidio consumado es similar a la ofrecida por la Delegación del Gobierno para la Violencia de Género, que cifra en 2017 un 29,4% de agresores que consuman el suicidio. Además, en dos casos constan amenazas de suicidio previas a los hechos acontecidos y el caso de una superviviente a la que entrevistan los autores hace pensar en que el perpetrador pudiera tener psicopatología afectiva grave. Los resultados sugieren de nuevo que la atribución de estos terribles actos a factores culturales y sociales en línea con las explicaciones feministas deja de lado una importante contribución de elementos psicopatológicos.